Tirando cuerdas



Cuatro caballos tirando cuerdas,
ahí donde la vida empieza a ser real.
Había que decirlo para sepultarlo hondo,
de cualquier manera el sol seguirá alumbrando
como diva tras del armario,
y el lodo,
el lodo sigue y seguirá siendo lodo.

Y muchos como yo lo pisarán,
literalmente lo pisarán,
no en metáforas ni en abstracciones
sentimentales.
Y verdaderamente muchos,
no sólo yo, y una y otra vez.

Cuatro caballos tirando cuerdas,
allí donde la vida,
había que repetirlo para perderlo aún más,
de cualquier manera el sol,
esa diva quitándose
las medias.