Foto familiar

Estaban los pinos rascándose
la miel de la mañana,
rumorando que el duende
de la crispación se había caído
de una de las ramas.
Llegó la familia a la playa
y se tomó una fotografía
en familia. La chiquita dijo:
"Mamá, ¿es que no me has enseñado
que debo ser una reina de colores,
un basto de fe y de gentileza?"
Todos dijeron alabanzas a la arena.
Todos dijeron alabanzas a las olas.
El señor permanecía serio, serio,
serio como una estatua.
Y el chiquillo dijo:
"Papá, ¿es qué debo sostener este
balón para guardarlo de los
demonios de la esquina de mi casa?,
¿es qué debo sostener esta sonrisa
para cuando vayamos a una playa
menos calurosa?"
Y los otros dos chiquillos rieron
sin saber que los juglares reían
a su lado.
Y el señor y la señora
sólo señalaron con una de sus manos
sin saber que en la espalda
tenían un arco en llamas.
Mas cuando el camión pasó
por ellos y a todos los llevó de vuelta
ninguno dijo Hay un Sol Poniente
Encargado de Los Enamorados.
Nadie dijo Hay Un Sol Oriente
Responsable de Los Secretos
Que Nacen en el Corazón
y Germinan en Los Altos Lagos,
gendarmes del placer,
la gloria,
la esperanza,
el fruto de unicornio,
la gracia humana.