Volverán al cielo


Mejor que el gran músico de orquesta
se el loco que repite la misma nota siempre
al final de un camino.
El loco pobre que insiste
en el sonido terco 
de la nota en la que cree.

Las horas
no pasan por él
pues de sí nada espera.

Se moja en la calle.
Sólo la lluvia canta con él. 
Sólo el silencio de las gotas
que no volverán a sonar
ni a caer.